Navidad 2021

    Reafirmando lo que he aprendido estos 41 años me he vuelto cada día más fuerte. Los obstáculos que encontraba en mi camino me estancaban y desanimaban. No encontraba la forma de evitarlos. Esta vida está llena de sorpresas, así le digo yo, porque nada está determinado. No existe guión, no se por donde terminaré en esta vida. A veces la incertidumbre maneja mis días pero gracias a la formación recibida me aferro a la cruz. Tengo una fe que desgarra pasiones. Veo qué pasaría si acepto la invitación a pecar. Me parece atractiva al principio pero luego me pongo a pensar, viviría un infierno del cual sería difícil evitar. Dios me cuida.

    Esta Navidad me encontré con el Amado, en la cara de mi papá. Suena bastante trillado, ya que en la iglesia nos dicen que el prójimo es el próximo. Pero quien hace caso a eso. La familia es la que te da cobijo, ama, alimenta y te enseña las bases para salir adelante. Mi relación con mi pa es bastante directa. Confía tanto en mi trabajo que de ves en cuando me pregunta si se me ha dificultado llevar su negocio. Le comento que estoy aprendiendo. Cometiendo errores que me enseñan el camino como a cualquiera, sin llevar a la borda los mas de 30 años de su tienda. A pesar de que somos hombres, él tiene esa mirada que tiene un padre. De la que yo no he adquirido. 

    En mi familia encuentro la paz que nadie te puede dar. El alimento que llena cada parte de mi ser. Día con día me levanto esperando la aventura a la que he sido llamado. Es el estirón que nos falta cuando los brazos de la cama evitan levantarnos a la primera. Y vaya si el Señor me enseña a través de las aventuras.

    Durante varios años he asistido a una semana santa en las megamisiones que organizan los Legionarios en la escuela. Nos decían que iba a ser una semaa llena de rezar y estar cerca del Bien Amado. Definitivamente yo veía bastantes aventuras en esa semana. La riqueza espiritual se enriquecía con los amigos que te acompañaban. Un día antes compraba un flip de marlboro porque ibamos a fumar y bastante. Y los rollos de papel de baño, un must. Jajaja. Los snacks no podían faltar, ni el paquete misionero para que los del pueblo no te confundieran con un testigovesco.

    Una vez nos topamos con 8 tipos con look de agricultores y los saludamos y le comentamos que veniamos de parte del párroco. A lo que ellos nos saludaron con mirada de estos niños bien, que carajos hacen aquí!? Pero nos contaban que los testigos le echaban mierda a la virgen María y ellos los recibieron con balazos al piso sin lastimar a nadie pero con el fin de erradicar semejante blasfemia. Nadie nos toca a nuestra santa madre, la bienaventurada virgen María.

    En fin, que malo soy escribiendo. Los llevo de una época a otra y el título es Navidad 2021. Algún día aprenderé a escribir para contarles estas anécdotas que tiene su amigo el abuelo.

    La mirada de padre se adquiere cargando al hijo. Supongo que el cambio de voz también viene incluido. Una voz de ternura, de amor, conjugado con sentir a tu hijo palpitar junto a tu corazón. Me resuta fascinante esta experiencia que te lleva toda una vida entenderla.

    Era 25 de diciembre, Navidad 2021, y mi padre me pidió que lo llevara a un chequeo. Mi respuesta no fue la mejor, ya que siempre, usa chistoretes mi padre para sacarnos una sonrisa. Esta vez no era un chistorete. Lo llevé y reafirmé lo que varios hermanos me comentan al decir, que debo estar disponible para la situación que venga. Después de 2 horas de cola, nos atendieron y le comentó el doctor que debe comer verduras y agua en gran proporción. Sin duda es algo a lo que todos evitamos a toda costa, chale, pero por algo son primordiales en la dieta. 

    Mi pa le dijo al doctor que confiaba en él y que le gustaría contar siempre con su buena voluntad para futuras aclaraciones. Justo en ese momento vi como se siente que te atiendan, con una buena voluntad, se disfruta que le amen a uno, incluso un desconocido, en este caso el doctor. Que te pregunten, su peso y su bienestar, que te den una receta para mejorar, echa para ti.

    Antes de la cita, me pregunto mi pa si tenia cambio para un agua. Claro le dije. Bebió su agüita con tranquilidad mi querido padre. Lo ví otra vez y válgame mi Señor, estaba con un hombre huérfano. A veces creemos que son de palo nuestros padres y no sienten, jaja, ¿a veces? o casi siempre. Debería haber un curso que nos abra los ojos. Bueno si lo hay y se llama vida. A pesar de los años, seguimos necesitando de nuestro padre y madre. Nada como una llamada para ver si mi hijo está bien. Recuerdo como mi abuela decía el nombre de mi papá con un tono bastante materno, Manolo. Hace cuanto tiempo ya no dicen su nombre tocando el corazón y saliendo por la boca de mi abuela su nombre.
    
    Mis abuelos, los recuerdo con mucho cariño. Y les digo que he cumplido con la misión que me dejaron. Mi abuelo me encargó hacerme cargo de la abuela. Imaginate dejar a tu enamorada por tu partida. Es difícil encontrar las palabras para la mujer que te dió toda su vida. Te amo, te quiero mucho, eres mi bien, eres mi todo. En mi último día, qué le diría a esa persona que me enseñó a amar. Esta vida es una gran enseñanza y nunca se es muy viejo para aprender.

    En fin, he encontrado mi misión y seguiré llevándola acabo mientras Dios me dé licencia.

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